Hola! Aquí seguimos, cada día más integrada en el barrio y sus actividades. La gente aquí es maravillosa, todo el mundo es super abierto y está muy pendiente de que estemos a gusto, a demás de estar encantados de abrirnos las puertas de su vida y de sus casas. Pasamos bastante tiempo en la Parroquia de Fátima donde viven dos Marianistas, el Padre Andrés y el Padre Manuel, con quien nos encanta sentarnos a tomar un mate cocido calentito y hablar un poco de todo. También está Brian, un chico del barrio que está viviendo con ellos para ayudarles y está muy pendiente de nosotras en todo momento.
Los miércoles viene Marisa a la parroquia, y está con nosotras en la farmacia ya que es el día que se abre al público, es un gusto pasar tiempo con ella porque es una mujer encantadora y que nos explica muchas cosas de la vida aquí y de las diferencias que podemos vivir.
En el comedor estamos felices, hablar con las cocineras y con Luis todos los días nos da una visión mucho más cercana a la realidad de aquí, y nos hace ser más conscientes de los privilegios que tenemos allá en casa. Es cierto que el trabajo en el comedor es muy intenso, pero nos lo compensa el tener un rato después de recoger para sentarnos, hablar y reírnos mucho.
El apoyo cada vez es más gratificante porque a demás de que el trato con el niño es más directo, ya nos van conociendo y empiezan a buscarnos con un ´´seño, me ayudás con la tarea?``. Es muy bonito, pero también es muy duro ver las diferencias entre ser un niño aquí y ser un niño allá. Muchas veces nos enseñan que deberíamos sentirnos infinitamente más agradecidos por las cosas que tenemos de lo que lo estamos, en cosas tan simples como tener ocho años y tener cuentos en casa.
En Caritas estuvimos clasificando juguetes porque el lunes se celebra el día del Niño, ¡En la siguiente publicación os contamos que tal ha ido!
En cuanto a nosotras llevamos muy bien la convivencia, hemos limpiado la casa, seguimos buscando Wifi en el baño y cada día estamos más felices. Se nos ha pasado la semana volando, y solo nos queda seguir disfrutando, ayudando en todo lo posible y dando gracias a Dios por la oportunidad de compartir con cada uno de las personas que están aquí esta experiencia.
Katya y Lydia
P.D: Contaos que estamos aprendiendo a bailar Cuarteto gracias al grupo de jóvenes de la Parroquia, tenemos de deberes para la semana que viene mejorar (mucho) y empezar con la Cumbia, si conseguimos superarlo nos atreveremos con la bachata la última semana, no prometemos nada.
Ya veo y leo, que estáis aprovechando el tiempo a tope, y que la experiencia en la parroquia, el comedor, la farmacia, etc...en Soldati, esta siendo muy gratificante
ResponderEliminarMe alegro mucho de leeros acá, seguid compartiéndolo allá con nosotros
Un abrazo