VIERNES 28
Llegó el viernes de nuevo!. La semana se nos ha vuelto a pasar volando. Hoy es un día muyyyy especial, es el cumple del profe Alex. Hemos hecho dos mini bizcochos para que sople las velas con los niños, tanto de la mañana como de la tarde. Es una gran persona y no hacemos más que aprender de él y con él. Como él dice; no tiene solo 2 hijas sino que tiene 70 niños más. Y así es, los conoce a todos y cada uno de ellos, conoce las realidades de sus familias, en dónde flojea cada uno, se da cuenta si uno llega triste al aula, y respeta a los que tienen el día cruzado siempre y cuando no incordie a los demás. En efecto, forma una gran familia numerosa. En la que enseña a todos a respetarse y apoyarse unos en otros, a cuidar del material y dejar el aula mejor de cómo la encontraron, a ser agradecidos y conscientes de la suerte que tenemos. Es capaz de mantener una relación muy cercana a ellos y a su vez ponerse serio cuando toca. Para él, todo error es positivo porque lleva detrás una lección, algo de lo que aprender. Al igual que los juegos, cuentos o dinámicas, siempre todo tiene un fondo. Estas aulas, a demás de ser aulas de refuerzo, son aulas de la vida, aulas en las que muchos niños se abren a nuevas realidades, diferentes a las de sus familias, aquí abren su mente y tienen la oportunidad de expresarse, de sentirse importantes, aquí aprenden a demás de lengua y matemáticas, valores.
Mientras esperamos a que lleguen todos, hacemos o tareas o lectura individual. Los niños tienen una mini biblioteca con cuentos y eligen el qué más les apetece. Es un hábito muy bueno para que poco a poco se vayan adentrando en la lectura. Y el objetivo de Alex es que acaben leyendo porque les gusta y no por obligación. No obstante, el mantenerlos sentados y calladitos el viernes por la mañana es tarea ardua.
Al fin llega la hora de ir a la plaza de delante de la casa Marianista a jugar un rato y disfrutar del día tan bonito que teníamos. Esta vez Alex hizo unos circuitos que les dejaron a todos agotados, les hizo correr, saltar, botar pelotas... También jugamos a los bolos humanos con unas bola gigantes. Y la última media horita la dejamos siempre libre, la mayoría; tanto chicos como chicas, van a jugar al fútbol. Otros estuvieron disfrutando con el beisbol, el fresbie o pintándole una felicitación al profe. Hoy era nuestro último día con muchos de ellos, fue precioso y lo pasamos chévere como dicen acá.
La tarde tuvimos la suerte de poder compartirla con el grupo de teatro de Alex y Valentina. Compartimos, reímos, jugamos y cantamos. Volvimos a estar, como siempre pasa aquí cuando vas a un sitio, muy bien acogidas. Al poco rato ya nos sentíamos como uno más.
SÁBADO 29.
La celebración del 10º Aniversario de la fundación se está acercando. Y ya toca ponerse en serio con los bailes, cantos y la música.
El colegio de Fé y Alegría de Palermo nos prestó una sala con un montón de instrumentos de percusión de forma que pudieran practicar todos los niños. La idea es que hagan una actuación con diferentes bailes tradicionales de distintas regiones de aquí de Colombia. Los niños irán vestidos con los trajes típicos de aquí, nos da una penita no estar, seguro que les queda precioso.
Hoy nos juntamos tanto los niños de la Paz como de San Ignacio, no obstante los sábados no hay muchas asistencia porque tienen fútbol, refuerzo que ofrecen desde el cole, o simplemente que a los padres les da pereza acercarles para 4 horitas que dura el taller.
Mientras unos bailaban, otros cantaban y otros tocaban instrumentos. Alex lo de la música, ritmos y percusión lo lleva en la sangre, inventa ritmos distintos para cada instrumento y todos en conjunto más las voces queda de maravilla.
A demás la fundación tiene algún instrumento, y los niños se lo turnan durante la semana para practicar. Tanto el baile como la música son una muy buena forma de trabajar muchísimas cosas, a demás del ritmo y la coordinacioón se trabajan otras como la constancia, la paciencia, la atención, el lado creativo de cada uno, las relaciones con mis demás compañeros etc etc.
Aquí os ponemos algunas fotos (el baile que hoy ensañamos era la cumbia, improvisamos las faldas con unos pañuelos que teníamos).
Hoy tuvimos la oportunidad de compartir la hora del almuerzo con Aura y Jaime, una pareja encantadora. Nos hicieron unas pizzas y empandas deliciosas. Programamos las clases de las dos próximas semanas, junto con Alberto y Álex. Esta vez vamos a centrarnos más en el refuerzo principalmente de la lectura y las matemáticas, porque se empiezan a acercar los últimos mese del año escolar y los profesores se vuelven más exigentes con ellos. Y el tema sobre el que va a girar todo es la amistad. Todo lo que nos aporta, la importancia de tener a alguien en quien confiar, el hecho de que hay que cuidar a los amigos y respetarlos... Con el objetivo también de fortalecer el grupo, y que todos se sientan parte de él y un lugar en dónde sostenerse. Antes de irnos, Jaime nos deleitó con algunas canciones a la guitarra; que esperemos volverla a oir antes de irnos.
DOMINGO 30
Al fin llegó el día de subir a Montserrate. No podíamos verla todos los días desde casa desafiándonos y no subirla Una montañita que se ve desde todos los puntos de la ciudad, a la que suben cada día cientos de personas. A pesar de que el día no acompañaba mucho, estaba lleno. Pasamos una mañana muy agradable, superamos todos la prueba de subir los 1034 escalones, pero el esfuerzo mereció la pena. Arriba nos esperaban unas espectaculares vistas de toda la ciudad. A demás todo el camino hasta arriba es muy agradable. Está lleno de árboles (la mayoría diferentes a los que se ven en España) y toda la subida está llena de pequeños puestecitos que te ofrecen todo tipo de cosas. Cuajada con harequipe o mermelada por encima, vasos con trocitos de mango, jugos de todo tipo, paletas (helados), e infinidad cantidad de dulces.
Al llegar abajo, probamos el Tamal, es un plato muy típico de aquí que se concina todo envuelto en hojas. También pudimos visitar la casa de Simón Bolívar (aquí la mayor parte de los museos son gratis los domingos).
Y aquí se termina nuestras dos semanas en el barrio de Palermo. Nos apetece subir a Ciudad Bolívar por conocer la realidad que allí viven, los proyectos y los niños que son partícipes de ellos y de los que tenemos tanto que aprender. Por dejar nuestro granito de arena en un sitio distinto. Tenemos curiosidad también por saber cómo hace Alberto para organizar a 40 niños de distintas edades, y muchas ganas de conocer al Padre Manolo, de dejar nuestra miguita de arena allí dónde vayamos.
Tenemos ganas, pero también nos da mucha penita dejar aquí todo esto. A nuestros niños, cada uno distinto, a su manera, con su forma de ser, sus gustos y sonrisas, sus vagancias y piques entre ellos, con sus detalles, sus besos y abrazos, sus energías, su sencillez, sus despistes, sus reflexiones... También dejamos con penita a Alex, seguro que se maneja solo igual de bien que con nosotras. Los niños nos han prometido que se iban a portar estupendamente. Ya veremos luego lo que pasa, que lo que ellos no saben es que tenemos pajaritos pinzones que nos chivan las cosas.
LUNES 31.
Antes de que nos recoja Pacho para subirnos a Ciudad Bolívar, pasamos por las Aulas para bajar algunos libros que queríamos subir para Alberto y dejar ciertas cosas, total que a pesar de que madrugamos, los niños ya habían llegado antes de que marcháramos, así que nos tocó volvernos a despedir. Hoy si que hubo muchos y fuertes abrazos.
En el Camino con Pacho hasta arriba, nos ha explicado cómo funciona la fundación en relación con los alimentos para los comedores sociales etc. Digo arriba porque se encuentra muy muy alto. Ahora estamos 200 metros más cerca de las estrellas. Las vistas son espectaculares, me atravería a decir que incluso mejores que las de Montserrate.
Después del rico almuerzo que nos preparó Sarita vamos hacia las aulas (queríamos haber llegado a las de por la mañana, pero no ha dado tiempo). Si empiezan a la una y media; a la una ya hay chicos esperando en la puerta. Hoy por la tarde ha venid unos 30, los veíamos entrar y entrar y pensábamos, menuda locura. Pero no, Alberto los tiene a todos controlados. Los divide por cursos y les manda tareas distintas en función del año en que se encuentren, Hoy tocaba lectura comprensiva y el taller saliço muy bien.
Los niños, para variar, encantadores. Al ser tantos no nos hemos podido quedar con todos los nombres, en Palermo era más sencillo, pero bueno poco a poco. A la mayoría de ellos les encanta hacer preguntas sobre España, sobre la gente, sobre como es la ciudad en la que vivimos... Todos tienen siempre ganas de aprender, La tarde se pasó volando, mañana más.
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