ARGENTINA: GRACIAS Y MÁS GRACIAS.

"¡Seguro que las tenemos muy pronto de nuevo por acá!" -decían.

Y ojalá que así sea.

La verdad es que es innumerable el número de gente de la que nos despedimos aquí. Fueron días de besos, de abrazos, de más besos y de más abrazos. Aunque nunca hemos dejado de hacerlo, en realidad. Las despedidas sonaban más a un "nos vemos mañana"... y es que cuando las despedidas son así, te vas pero no te vas. Una parte de ti ya forma parte de ese lugar.

Estamos tan sumamente agradecidas que uno ya no sabe qué decir. GRACIAS a ti, con quién quizá solo cruzamos un saludo y unas palabras, y también a ti, con quien hemos compartido tanto que ya eres más que compañero, amigo, familia. Entre nosotras hablamos siempre de que parece que no hemos salido de casa, el espíritu marianista se respira de igual manera, los valores, la forma de ser de la gente, el carisma… y realmente es algo que se agradece cuando sales fuera y vas a un lugar nuevo, sentirte confortado y en buenas manos, en SUS manos. Realmente es lo que somos, ¡una gran familia alrededor del mundo!

Y bueno, aquí va lo más largo del post, pero es necesario, aunque ya lo hayamos hecho en persona dejarlo por escrito y quizá, tú que te pierdes por aquí de nuevo, que vuelves a ver qué escribieron "las españolas" de la experiencia, puedas saber todo lo que nos has aportado a las dos. Porque sin ti, esto... no sería lo que es. (Sentimos no tener fotos de todos, pero bueno... así ya tenemos excusa para volver, jejeje)

En primer lugar, a nuestro equipo de protección, nuestros brazos y nuestras manos: Gaby y Marisa. Por el recibimiento, la acogida, el trato y el continuo estar. Sois nuestras madres argentinas y sin duda sin vosotras nada hubiera sido tan fácil. ¡Os vamos a echar muchísimo de menos!

Gracias a todo el personal del Colegio de Fátima: Alejandra, la directora de Infantil, por ser tan flexible, dejando que hiciéramos y deshiciéramos con toda tu fe. Gracias a todas las maestras y auxiliares por hacer sentirnos parte de un equipo de maestras y darnos nuestro lugar, por el trabajo “codo a codo” (la canción quedará grabada en nuestras mentes hasta el final de los siglos), y porque la educación realmente sea eso: una construcción continua.

Al personal del comedor, por ser ese equipo de gente tan auténtica, gente que encuentra la risa y la alegría en cada pequeña cosa, por todos los abrazos y el cariño que nos habéis dado y porque aun retumban las carcajadas dentro de nuestras cabezas. Sois geniales y os queremos infinidad. ¡Nos vemos muy pronto! 

Por supuesto, a toda la comunidad marianista con la que hemos compartido momentos, ratitos, oración, charlas en la cocina, comidas y cenas... y mucho mucho cariño. Nos vamos con una mano en el corazón. Ventura, Otilio, Roque, Lorenzo, Andrés, Manuel, Diego, Susana, y las preciosas mujeres que les ayudan y están con ellos como parte de la comunidad: Rosita, Shirley, Nilda, Nancy, Luisa y Beatri.Compartir la vida con vosotros ha sido como estar en casa.

A los jóvenes voluntarios, como ya os dijimos a lo largo de este tiempo, haber tenido la oportunidad de compartir nuestro voluntariado con vosotros ha hecho que rememos más fuerte dentro de este barco. GRACIAS, no solo por habernos hecho sentir como si formáramos parte del grupo desde hace tiempo, sino por convertiros en amigos, por compartir y por dejar hacernos un huequito en vuestro servicio. Por nuestras payasadas, por los momentos tan bonitos e intensos que vivimos con los niños, por ese amor que se respira. Y porque, sin duda, uno se contagia de vida cuando la comparte con los demás. ¡Aguante Piletones! El trabajo que hacéis es AD-MI-RA-BLE.

A Marcela y los voluntarios del apoyo de Fátima, por querer siempre lo mejor para los niños, para su progreso y su desarrollo y sobre todo por el amor que le ponéis a todo lo que hacéis.

A Acción Marianista por hacer que todo esto sea posible. Por querer, por luchar y por vivir por la justicia social. Ha sido una experiencia que no hubiera sido posible sin vuestra confianza y vuestro "sí". ¡Gracias infinitas!

A tí, lector, que nos has seguido aunque nosotras hayamos sido unas pésimas "bloggers", esperamos que a través de las fotos y de las palabras podamos trasmitir todo esto que llevamos por dentro y a lo que, a veces, es dificil ponerle nombre.

Y, sin duda, gracias a Él, por ponernos en camino, en ESTE camino, por deshacernos para hacernos de nuevo, como barro de alfarero... porque solo a tu lado uno aprende a estar al lado del otro como un hermano. Porque todo esto que sentimos por dentro lleva TU nombre.

¡GRACIAS!

Ha sido un auténtico placer.

Seguimos caminando... y nos vemos pronto.

¡SUERTE!

Lau y Cris.