miércoles, 30 de septiembre de 2015

QUÉ PUEDO HACER YO?

Estoy aquí; en la esquina del aula de alpes. Podría nombrarse mirador nacional o algo. Que pasada. Me he escapado un momentico del aula. Están los peques bailando el famoso pescador y los mayores distinguiendo singulares de plurales. 
Hoy me he enamorado de Daisy y he acabado una pancarta que me ha pedido Lily para una fiesta por la paz que hacen el sábado. 

He comido en casa de Manolo acompañada de mil personas, como siempre pasa ahí. Es como una familia enorme. Bueno eso ya lo habéis notado todos. He estado con Aurita; me recuerda a Mamen,una profe que tenía. Creo que es como la serenidad. No sé muy bien. 

Bueno... Escribo ahora porque cuando llego a casa de Sarita siempre tarde, me muero de sueño, y como no tengo más momento con wifi, abrevio; y acabo contando la rutina que ya todos sabéis. 
Después de mil entradas en el blog la vida acá ya no es nada nuevo. 

Supongo que lo que es nuevo para mi es todo lo que veo, conozco, siento, escucho, entiendo, comparto o en ocasiones, no. 
El otro día bajando de Monserrate Jhon me dio una clase magistral de técnicas de marketing; y decía que  había 3  tipos de persona ( visual, auditivo y cinestesico) y que yo era alguien visual. Creo que tiene razón porque siento la constante necesidad de mirar a todos lados acá. 
Sobretodo las casas. Los tejados de lata. Por fuera el barrio, si lo miras de arriba puede parecerte hasta una chatarrera. Pero es que entras en las casas; en la casa de Sarita por ejemplo; y es un hogar. 
Y las casas tan grandes y decoradas y con mil tecnologías en las que he podido entrar... Y les faltaba eso. Ser un hogar. 
Se me va la cabeza. Son muchas cosas y soy muy dispersa; perdonadme sino llevo un hilo conductor. 
Yo creo que una experiencia así puede aportarte principalmente dos cosas: Crecimiento personal y empequeñecimiento personal. ( si es que existe la palabra)

Crecimiento por qué: Bueno este es fácil de sacar no? Leyendo el blog uno lo percibe. No hace falta venir hasta Colombia para crecer así, para abrir la mente, para conocer otra realidad, para darse cuenta de que tenemos la escala de valores equivocada en muchos casos; para conocer otra cultura o para cambiar aunque sea un poco la mentalidad predeterminada que se adquiere al acostumbrarse a vivir en la clase media o alta y que nos llega a parecer normal. 
No hace falta venir hasta colombia. En casa también tenemos esto. Pobreza, marginación, hambre, frío, falta de agua, pandillas, guerras (aunque afortunadamente nosotros menos), un estado corrupto, gente que solo ve sus intereses y no alcanza a ver la necesidad del vecino, unidad, amistad, hogar, música, vida, fe, esperanza, espíritu de lucha, solidaridad...
Todo eso lo tenemos, aunque no neguemos que Colombia tiene algo especial: la bachata me ha hecho bailar el alma, y los niños con labios cortados por el frío me han dado los besos más cálidos. Escuchar a la gente que lucha aquí día si y domingo también para cobrar lo mínimo y ayudar a quién no puede mantener a sus hijos; los que tienen que pagar las "vacunas" a los paracos para que no les maten; los que tienen que acabar pidiendo dinero a usureros, y pagar cada día antes de las 5 para sobrevivir; y así poder pagar el alquiler. ; todos ellos te hacen replantearte tus, en muchos casos, insípidas aspiraciones; tus motivos de pena o de indiferencia, cuando dejas de apreciar cada cosa que Dios te ha regalado a ti, y a muchos otros no. Y por qué a mi? El otro día con Alex hablando una vez más de nuestras vidas ( me encanta como me cuenta todo, parece mi hermano mayor... Ha sido mi pareja de voluntariado definitivamente. No me dejaba sola ni un minutico. Y abrirse a él era tan fácil.. Jajaj después de que te contara sus mil andanzas en la juventud) bueno a lo que iba; le contaba que yo no soy muy de creer en milagros o señales, a diferencia de él. Yo creo que siempre va a haber ricos y pobres. No sólo en dinero, sino en todo; en amor, en vida, en riqueza cultural, en ambición.. Cada quién tendrá muchas cosas y carecerá de otras; y por eso es que tenemos que levantar la cabeza y ver que nos falta y que podemos aportar. Y por eso creo que Dios nos da todo lo que nos da para compartirlo, como dicen siempre aquí.  
Y por eso es que no se viene a salvar a nadie. Como mucho aportas tu granito de arena; para que la gente de acá; con una cultura tan arraigada, con unas ideas distintas de las nuestras, con una situación política y social tan distinta; dentro de su contexto, mejoren lo que puedan y necesiten. En este caso en educación y en algunas necesidades básicas de la casa. Pero el objetivo no es que tengan todo lo que nosotros tenemos, no es que lleguemos a ser un día todos iguales; clase media acomodada. De qué. Y todo lo que nos perdemos por esa "comodidad". Lo que te hace crecer es tener que esforzarte, que luchar, tener que conocer el entorno y aportar lo que crees que necesita. Y nosotros que hacemos? Si salimos del colegio y nos pagan los papis la uni, conseguimos algun trabajico, tenemos casa, coche y vacaciones. Y aquí salen del colegio a los 16 y a trabajar si hay suerte; y si tienes ambición estudias por la tarde. 
Las aulas para ellos son una bendición: Todo lo que a estos niños le aportan las aulas, la creatividad, el apoyo especializado, el conocer gente distinta, el salir del entorno de la calle que no es apropiado muchas veces, el cariño, los valores, como la ambición por estudiar, la posibilidad de cambiar o hacer las cosas distinto a como son en casa, de mejorar; todo eso es algo que nosotros tenemos en el colegio y en casa en España, y nos parece tan normal. Para ellos esto es su oportunidad de crecer. 
Claro que hay que mejorar en educación porque es la herramienta para luchar por sus derechos( trabajos, casas, agua y luz..); pero no les faltan muchas más cosas.  A nosotros nos sobran comodidades y nos falta humanidad. 
Tanta comodidad nos hace tener unos problemas tan ridículos; nos hace preocuparnos de cosas realmente sin importancia. Hacemos complicado lo simple. Y tenemos que salir de ahí. Aunque sea difícil y haya que salir a veces del "sistema". Pero es que sino nos perdemos tantas cosas... Tenemos que replantearnos la escala de valores. Y actuar, no vale de nada sólo pensar. Aquí aprendí: pensar y hacer son dos cosas. 
Bueno, en definitiva; esta experiencia nos hace crecer en mente y corazón porque nos da un vuelco a todo, y lo reordenamos desde el corazón; para pensar con la mente por dónde queremos empezar a dejar el mundo un pelín más colorido de lo que lo encontramos. 
Lo difícil e importante es no olvidarse de esto en casa; el reto es mantenerlo con nosotros cada día. 

También os he dicho que nos empequeñecía esta experiencia. Y por qué? Muchos seguro que también lo habréis sentido. Levanto la cabeza y veo millones de casitas bogotanas entre las montañas. Así claro que uno se siente pequeño. 
Pero basta con levantar la cabeza en el aula con el profe enseñando cumbia para sentir lo mismo. Llegas aquí y pasa lo que dice siempre la gente cuando vuelve de hacer cualquier voluntariado " recibes más de lo que das". Y de verdad que no me gusta volver a lo típico; pero es que hay veces que te sientes tan imprescindible. No porque acá no tengas nada que hacer. 
Me decía bego: el rato que le dediques un día a un niño no se lo va a dedicar nadie más. Y qué razón. Pero te das cuenta que con eso no basta para quitarle el frío a todo el departamento, para que llegue el agua a sus casas, para que pavimenten la acera, para que deje de haber muertes de chinos en la puerta de casa o para que puedas coger el bus de vuelta a casa sin tener que esperar 1 h y tener que pasar otras 2 de trayecto; para que no te roben o deje de haber estadas piramidales, cadenas que llaman acá. Eso no va a darle a las madres el tiempo que no pueden dedicarle a sus hijos porque tienen que trabajar y pasan en casa de 10 de la noche a 5 de la mañana. Eso no va a darle a los niños una familia estructurada porque la cultura de formar hogar a los 17 y cambiar de pareja u otras mil cosas raras que pasan, está presente en cada casa. 
Todo eso viene de más arriba. Son cosas que no están al alcance de tu mano. 
Sientes que ayudas, claro que ayudas. Pero no solucionas los problemas. Y ahí volvemos al principio. Que hay que solucionar? Muchas veces nuestra mentalidad nos hace ver más problemas de los que realmente hay; pero aun así hay necesidad. Aquí y en Zaragoza y en la india y en todo el mundo. 
Igual ves tantas cosas que tiene que mejorar el mundo que piensas en tu entorno, y empiezas a valorar lo que hasta ahora no apreciabas, y empiezas a preocuparte de mejorar lo que tienes al lado; que hasta ahora no habías notado. 
Te sientes pequeño porque conoces la vida de tanta gente tan diferente con tantas historias vividas, tantos lugares, momentos, sentimientos vividos distintos que te brillan los ojos deseando que tu vida sea la mitad de provechosa y feliz. 
Porque te emociona escuchar la misa de manolo o ver como las personas te ofrecen todo lo poco que tienen y te acogen en casa y te invitan a comer una y mil veces. Porque ves lo poco que necesitan algunos para ser felices cada día; y las mil vainas que nosotros necesitamos para pasarlo bien. 
Te sientes pequeño porque ves la lucha constante en tantos aspectos de toda la gente que conoces; y ves la repercusión que tiene; y piensas y qué hago yo?

Puede llegar a ser a veces un sentimiento incluso pesimista; de frustración. Pero yo ya he sentido demasiadas veces eso, quizás por mi manera de ser; así que ya me he dado cuenta que no se consigue nada con ese sentimiento. Hay que transformarlo en ambición, hay que relajarse y disfrutar, porque al fin y al cabo somos personas y antes que arreglar el mundo hay que saber bailarle a la vida; y con lo poco que hagamos haremos felices a algunas otras pocas personas... Y así; como en la cadena de favores; si conseguimos llegar a su corazón; ellas harán lo mismo en sus vidas; y aunque las miserias del mundo no lleguen a "solucionarse" algún día; habrá gente feliz, que ria, que ayude, que comparta, y poco a poco, la firma de paz de ayer en colombia de la guerrilla, se hará real; y la gente empezará a ver en el vecino un ser querido y no alguien peligroso que moviliza gente por causas sociales y por eso hay que acabar con él. Verán los dueños de tierras que los desplazados han sufrido y están luchando por sus familias y no merecen tener que volver a abandonar sus casas para buscarse un nuevo descampado donde formar hogar. Verán los que alcanzan el poder, que vale más que cada casa pague 5000 pesos menos de impuestos a tener un sueldo que le permita tener chófer. Verán los jóvenes que estudiando se abre la mente y se puede tener una vida mejor. 

Ya sé que no todo es tan fácil; y como dirían los abuelos, a los 20 años solo tienes ese espíritu luchador  que, a los 40 se cambia por esa conciencia de la realidad... Sé que, como me decía Pacho el otro día, también están los que no tienen casi nada, pero no salen a buscar trabajo para mejorar las condiciones de vida de sus hijos; los que viven de lo qe les da el estado por tener hijos y no van mas allá.  Pero creo que eso pasa en todos los lugares, en todas las clases sociales; en cualquier sitio vamos a encontrar personas sin ambición, sin solidaridad, sin ganas de mejorar aunque sea un poco el entorno. 
Ya sé que no todo es blanco o negro. Que hay toda una escala de grises y que generalizar es lo que nos lleva casi siempre a los prejuicios y a construir muros y perder el amor al prójimo.
Por eso creo que la única solución para todos los problemas que he visto acá o que me he dado cuenta que existen; es cambiar la mentalidad; y creo que sólo puede hacerse desde la humanidad. Desde el cariño al del a lado, desde la confianza en el otro, el apoyo, la ayuda, el trabajo. Soñando y proyectando pequeñas ideas que mejoren el día a día. Haciendo sentir al de al lado valioso. Y eso no es algo que dependa de arriba. Eso sí depende de nosotros. Y nosotros somos quienes podemos y tenemos que cambiarlo. 

Bueno, ya está pensado. Ahora falta lo importante, hacerlo. 

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